Calienta en un cazo 100 g de azúcar con una cucharada de agua sin remover con utensilios. Gira suavemente el cazo hasta que el caramelo adquiera un tono dorado.

Reparte el caramelo caliente en las flaneras, cubriendo la base de cada una, y resérvalas.

Precalienta el horno a 165 ºC, con calor arriba y abajo.

En un bol grande, bate los 3 huevos con los 100 g de azúcar hasta integrar bien.

Añade los 250 ml de leche entera y, después, los 150 g de queso mascarpone. Mezcla todo con varillas hasta obtener una crema homogénea. Deja reposar 5 minutos.

Vierte la mezcla en las flaneras, dejando medio centímetro libre en el borde.

Coloca las flaneras dentro de una fuente profunda y añade agua caliente hasta la mitad de los moldes para hornear al baño maría.

Hornea durante 1 hora a 165 ºC. Comprueba con un palillo: si sale limpio, los flanes están listos.

Deja enfriar los flanes sobre una rejilla y luego refrigéralos durante toda la noche.

Al día siguiente, desmóldalos pasando un cuchillo por el borde y girándolos sobre un plato. ¡Listos para servir!